"Emilio Azcárraga Jean: De príncipe de Televisa a su inesperada caída" | EL PAÍS México
En un lujoso apartamento de Los Ángeles, el 3 de marzo de 1997, el hombre más influyente de los medios de comunicación en América Latina en ese momento, Emilio Azcárraga Milmo, conocido como El Tigre, anunció su retiro y la transmisión del liderazgo a su hijo: Emilio Azcárraga Jean. Este anuncio se realizó en horario estelar durante el noticiero 24 horas: “Ha llegado el momento del relevo, los retos que se presentan en la imagen, el cable y el satélite, requieren de una nueva generación, dinámica, audaz e ingeniosa”, expresó el patriarca del imperio familiar desde la sala de una de sus residencias. A su lado, un joven Azcárraga Jean escuchaba con atención las palabras de su padre y, hasta ese día, su superior. Durante la transmisión, el heredero respondió únicamente a una pregunta del periodista Jacobo Zabludovsky sobre el futuro de la empresa. En sus primeras declaraciones como líder de la compañía, hizo referencia a la historia de Televisa: “La filosofía de la empresa se remonta a muchos años atrás, primero con mi abuelo y luego con mi padre, y deseo continuar esa misma filosofía que ha demostrado ser muy efectiva”, comentó.
27 años más tarde, el tercer Emilio de la dinastía Azcárraga ha dejado su puesto como presidente de la empresa. Azcárraga Jean, de 56 años, solicitó a fines de octubre una licencia del cargo “con efecto inmediato” en lo que se desahogan las investigaciones del Departamento de Justicia de Estados Unidos por el llamado Fifagate, el escándalo de corrupción que estalló en 2015 y, que a la fecha, ha salpicado a un puñado de altos directivos de la FIFA y a una decena de empresarios de medios de comunicación en todo el mundo. Apenas en agosto pasado, la firma reconoció en la Bolsa que estaba bajo la mira de Estados Unidos por el caso FIFA. Alfonso de Angoitia y Bernardo Gómez permanecen como codirectores ejecutivos durante la ausencia del empresario. El mercado no tardó en reaccionar por este súbito e inesperado cambio de dirección, sus acciones cayeron 8,86% un día después del anuncio y pasaron de 9,25 a 8,43 pesos. Los cambios al interior de la empresa continuaron. Una semana más tarde, el multimillonario regiomontano David Martínez Guzmán, se hizo con el 7,8% de las acciones del grupo, convirtiéndose en el tercer mayor accionista de Grupo Televisa. Aunque se solicitó más información a la firma, al cierre de esta edición no se obtuvo respuesta.
El escándalo de corrupción en el que se han visto involucrados algunos de los más altos jefes de la FIFA está ahora a las puertas de Televisa. Las autoridades estadounidenses indagan los supuestos sobornos que pagó la televisora mexicana a directivos del organismo internacional de fútbol, a través de una compañía filial, para obtener los derechos de transmisión de las Copas del Mundo de 2018, 2022, 2026 y 2030. Las sospechas sobre la televisora no son nuevas. Algunos de los testigos de la investigación, iniciada en 2017, apuntaron sobre la empresa desde hace años. El eco de los presuntos sobornos llegó a tal punto que un grupo de accionistas demandó a Televisa en 2018 bajo el argumento de que estos señalamientos les habían hecho perder millones de dólares. Aunque el corporativo siempre ha negado las acusaciones, la firma optó por zanjar la demanda de sus propios accionistas con un arreglo económico de 95 millones de dólares.